jueves, 8 de julio de 2010

No estoy mirando

Una de las grandes razones por las cuales trato de no viajar en subte es la incomodidad que me produce. Todos callados. Muy juntos. Unos sentados y los otros parados, mirando desde arriba, con una especia de odio y envidia. La gente que se desespera por conseguir asiento cuando se abren las puertas. Los que no te dejan pasar cuando querés bajarte. La respiración de la gente. El boludo que escucha música, fea, muy fuerte. El otro boludo que habla a los gritos por celular. Y el malhumor general, claro: no sólo estás viajando como el orto, además seguro vas a llegar medio hecha mierda y tarde, porque el subte inexplicablemente para entre estaciones, o hay tanta gente que no se pueden cerrar las puertas. Y te empieza a agarrar calor y ya no sabés que más sacarte, ni donde ponerlo.
Pero lo que más me molesta, sobretodo si estoy sentada, es no saber a donde mirar. ¿A las caras de los que tenés enfrente? ¿Al piso? ¿A los ojos del de arriba? Cerrar los ojos parece una buena opción, pero cuando los abras vas a tener a 3 o 4 personas mirándote fijo, muy fijo.
Lo que me pasa a mí es que cuelgo, y de repente me doy cuenta que estoy mirando a lo que tengo adelante mío. Y si estoy sentada, lo que tengo adelante es una persona. Y si estoy sentada mis ojos están a nivel de la cintura de la persona. Y si todas estas variantes se dan, y lo que tengo delante es un caballero, mis ojos van a estar mirando directamente al bulto que tengo delante. Si no se dan cuenta, todo bien. Vuelvo a mí, y cambio la dirección de la mirada. Pero cuando se dan cuenta se empiezan a poner nerviosos. Se miran a ver si hay algo que está mal, se mueven, tratan de taparse con la mochila o lo que tengan delante. Es incómodo para ellos y para mí, porque quedo como una pervertida que aprovecha el tumulto para ver cómo vienen los hombres que viajan en subte.
Lo único que quiero que quede claro, es que no lo hago a propósito, son las vueltas de la vida, o del subte mejor dicho, que permiten que estas cosas pasen.
Caballeros del mundo subte, quédense tranquilos, no los estoy mirando.

4 comentarios:

  1. jajaja... enfermita... a mi no me pasa eso específicamente xq casi nunca logro sentarme, pero si me pasa q me le quedo viendo mal a la gente pero xq me cuelgo pensando en lo q necesito salir de ahí YA! pero es increíble como en la extrema cercanía y violación de mi espacio personal uno en serio tiene fuertes deseos de tirarse a los rieles..
    estoy pensando hacer un experimento sobre las reacciones de la gente en diferentes situaciones de espacio intimo... desp te cuento mi plan

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  2. Leete un libro. Esa es la solución a todos tus problemas bebi, es la mejor distracción, cuando te diste cuenta ya llegaste a catedral.

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  3. arriba soy yo, claramente
    ya que estamos.. viva perón!

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  4. El otro dia viaje mucho en subte y me detuve a pensar en esto que escribiste y en la cara de la gente que viaja, las actitudes y todo, Claramente me traumaste.
    Metele, que ahora no voy a dejar de pensar en eso si viajo en subte que es algo muy esporadico para mi (?)
    jaja


    PD: Peron peron, que grande sos!

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